martes, 27 de septiembre de 2011

Trenes


Tarde soleada. Ocaso naranja, como un melocotón maduro, tornando a un rojo vivo a medida que el sol decae por el horizonte dejando paso a la noche. En el fondo de la calle 3 alargadas sombras caminan despacio, Gorras planas, chándal, deportivas, y mochilas a la espalda. Uno de ellos va liando lo que parece un canuto mientras otros conversan animadamente sobre algo que hay en una libreta sostenida por el que va en el medio de los 3. La noche se va cerniendo sobre los bloques de viviendas. Los cajetines de la luz proyectan ya varias sombras simultáneas alumbrados por la luz de las escasas farolas que tiñen todo de esa luz anaranjada que tanto molesta y contamina. Mientras van hacia el lugar de reunión pintan todo lo que ven. Trazos rápidos que dejan ver un año a su paso. 1991. Así, poco a poco llegan al punto de encuentro. Allí otros 5 encapuchados les esperan, y ponen rumbo a las vías del tren. Saltan una pequeña verja, vigilando ambos lados de la calle. Una vez que se han colado, corren directos a un vagón del AVE que está aparcado enfrente de ellos y, con los botes en la mano y los guantes puestos para no mancharse las manos, empiezan el “vandalismo” o, como ellos prefieren llamarlo, su puta obra maestra. La pintura comienza a salir por las boquillas, que chorrean al frío del otoño, y salpican manchando los abrigos negros y las zapatillas.  Cuando están a punto de terminar unas luces azules aparecen a lo lejos y se acercan cada vez más. Tiran los botes y se dispersan. Cuando llega la policía ya es tarde. Nadie queda, ni rastro, salvo una pareja de novios comiéndose a besos y haciendo alguna cosa más en la oscuridad del andén. Lo único que pueden hacer es una fotografía a la prueba del delito, que reza en vivos colores para que todo el mundo pueda verlo “Fuck Christmas” y, aunque esté sin terminar, saben que no tardarán en volver para completarla desde algún lugar en la oscuridad o las alcantarillas como las ratas, en cuanto se den la vuelta y vuelvan a meterse en el coche patrulla…

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Pasando. De mierdas.


Paso. ¿Sabes? Se acabó hacer el gilipollas. Se acabó ir de perrito faldero lameculos. Se acabó ir detrás y arrastrándome. Se terminó de una puta vez. Ya me he cansado. Estoy cansado de que las cosas no salgan a derechas. Estoy cansado de que nada salga como me gustaría. Estoy cansado de putas. De niñatas, de babayadas y de polvos de una noche. Estoy cansado de despertarme un domingo y no hacer nada porque todo el mundo tiene plan con su pareja. Estoy harto de ser el último mono de esta feria. Y de magrear sapos para que sean sólo sapos. Estoy hasta la polla. A partir de ahora, le dan por el culo al mundo. Y solamente espero que le joda.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Stormy my day !

Luz, rayo, trueno, luz farola, ruido de motores, gotas cayendo a contra de las farolas, ríos de agua bajando por las calles. Calderadas que salpican las aceras y viandantes por los automoviles y autobuses. Travellings, luces, cámara, acción. Luz, rayo, trueno, granizo, lluvia, diluvio. Frio, humedad, calado hasta los huesos. De lluvia, y de lo que no es solamente lluvia también. Empapado de un verde perfecto. De un vacío sin llenar. Que poco a poco quita el aliento, llevándome a la soledad de la borrasca. Llevándome a casa. Pisando charcos...

martes, 13 de septiembre de 2011

G.A.Bécquer tribute.


Como diría Def con Dos. ¿Veis? Aquí estamos otra vez. ¿Veis? Aquí estamos otra vez: Acción venganza, violencia… perdón que se me va la olla. Pues eso aquí estoy otra vez. Yo solo ante el espejo perdiéndome en la infinita profundidad de unas pupilas negras y unos iris marrones que me traen a la cabeza esos otros que no me dejan pegar ojo en toda la noche. Pensando en todo y a la vez con la mente en blanco. Pensando en monotema. Pensando que no pienso y pensando que quizás piense demasiado y sería mejor no hacerlo tanto. Pensando en bucles. Pensando en círculos viciosos. Que se retroalimentan, como una pescadilla o un perro que intenta morderse el rabo. El que agitan cuando están contentos. El que tiene pelo. Malpensados. Lavándome el jeto como cada puta mañana pero hoy el agua está menos fría de lo habitual. Será porque algo me reconforta. Porque algo me calienta en lo más hondo de mi ser. Pero es el momento de a la tierra. Al suelo sólido de nuevo y dejar de pensar. De volver a pensar en el autobús. En el trasbordo. En tu gente, en clase, en recados, en comer… y otra vez el bus y a casa. Pero sabes que luego llegara el momento en el que te pille desprevenido. Y vuelvan a asaltarte esos ojos. Esos iris que en su infinitud te hacen caer por su abismo que no parece tener fondo y tu sientes como te precipitas en el. Cayendo a puto plomo. Hasta el jodido fondo del pozo. Esperando que estén allí. Como es leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer. Esa en la que el prota se tira al lago. Pues el puto lago no se dónde cojones queda. Pero mucho me temo, que ahora el prota soy yo. Y lo peor de todo… es que creo que me gusta.