lunes, 30 de noviembre de 2009

En esta noche tán fría...

Qué interesante... Es curioso pensar que hace ya unos meses, cuand ni siquiera hablábamos ya me había propuesto tener algo contigo. Cómo aquel dia a las 3 de la mañana por fin nos presentaron y entonces empezamos a hablar... Aún así... parecia que todo aqullo no iba a ninguna parte y sin embargo ayer... Ayer fue especial... Tras haber tenido un ligero rocecillo por el tema decidiste lanzarme tu laindirecta clave. Y quedamos. las últimas gotas de una chaparrón que llevaba cayendo toda la tarde mojaban mi cara mientras me dirigía a tu encuentro. ero aun así sabía de antemano que iba a amainar del todo. Me sente a esperar... Nunca me gustó llegar tarde a ningún sitio... Y a lo lejos apareciste tú. La verdad eres inconfundible con ese pelo que centelleaba a la luz de las farolas produciendo hermosos reflejos que acompasaban el vaivén de tus caderas caminando hacia mí. Con las manos en los bolsillos nos encaminamos hacia el parque. Y allí sentados en un banco tras ofrecerme un cigarrilo y fumar los dos para entrar en calor pasó. Pocas chicas he conocido que besen igual que tú. Esa forma que tienes de morderme los labios... La forma en que tu aliento recorre mi cuello y tus brazos rodean mi espalda mientras yo, como poseído por n fuego fatuo busco ansiosamente tu boca con la mia esperando en lazarnos nuevamente en un sólo cuerpo que combate el frío invernal tan buenamente como puede. Y es, ciertamente, realmente excitante cómo se te acelera el pulso cuando te muerdo, cómo se me acelera la respiración cuando besas me muerdes y exalas tu aliento en mi oreja... Y allí mismo, con algún que otro valiente que tiene las agallas de salir a correr a esas horas y con ese frío y esquivando las ágiles miradas de los paseantes de perros y sus mascotas ,que casi de obligados bajan a sus mascotas en un acto de sacrificio, que no denota otra cosa que amor por sus animales, nuestras manos comenzaron a explorar en un intento al principio quizá de evitar kedar al descubierto aire frio de Diciembre y al final dispuestas a todo por entregarse al lujo del vicio y el placer. Así terminamos como tontos. Tras casi dos horas sentados en el mismo banco nos despedimos con otro nuevo beso apasionado y cada uno se fue derecho a casa suplicando llegar de una vez para evitar exponer la piel a tan arduas condiciones que de repente se ven incrementadas enormemente al sentir la ausencia del otro...

jueves, 26 de noviembre de 2009

Ha pasado tanto tiempo...

¿Puede ser...? En serio, ¿es posible que sea...Ella? Hacía tantísimo tiempo que no la veía... que se me había olvidado por completo... En verdad es guapísima... No me había fijado antes tan detenidamente. La verdad es que hace tanto tiempo ya desde aquella tarde en que nuestras bocas se encontraron en aquel rincón... Ella iba preciosa pero ahora... es realmente increíble... Su pelo liso le cae a ambos lados de la frente despejada y pulcra limpia de toda impureza. Ahora lleva mechas. La verdad es que le sientan genial. Aunque su color natural tampoco estaba nada mal... Está sin embargo más delgada, a la par que mas estilizada. Tiene unas curvas capaces de hacer descarrilar un tren... Y esos labios... suaves, finos, delicados como si cualquier cosa pudiera dañarlos incluso el más leve contacto pudiera conseguir que se quebrasen en mil pedazos en un estallido colosal... Tiene piercings también. Realmente es que le dan, como diría Adrien Brody, un puntito diferente y sexy. Te encanta cuando sonríe y todas sus facciones se impregnan de una alegría que, de una manera casi instantánea, te contagia de júbilo y euforia. Deja asímismo asomar unos dientes blancos, perfectamente alineados y de proporciones ideales que brillan como perlas de nácar en el interior de una ostra perfectamente cerrada dejando ver el contenido solamente a unos pocos afortunados. En verdad os digo que es preciosa... Quién sabe cuándo volveremos a vernos..

lunes, 16 de noviembre de 2009

Imagina.

Imagínate. La noche, unas copas, la luna, tú y el rock & roll. Imagínate una mesa circular, dos sillas y un mantel. Imagínate unas velas, cena para dos, una botelita de vino y un buen champán francés sumerjido en hielos como mi cabeza en la nada. Imagina que suena chirs de burgh, que la lluvia golpea los cristalescomo si quisiera entrar en el salón para arrebatarte de mí, como si quisiera que esto le pasase a ella. Imagina que estamos en la terraza, que ya hemos cenado y que ya no llueve. Imagina que la luna ilumina tu sonrisa de dientes perfectos, blancos, ordenados cuidadosa y casi milimétricamente. Imagina que estamos abrazados, que entramos a la casa y nos ponemos una peli. Imagina que estamos en el sofá, que nos tapamos con una manta y que vemos la peli como dos perfectos idiotas con la mente completamente en blanco. Imagina que nos absorve en su trance astral y no salimos de él hasta los créditos del final. Imagina que nos besamos. Imagina que nuestras bocas exploran nuestros cuerpos ávidos de alcanzar el éxtasis. Imagina que mis manos recoren tu figura y tímidamente me dices "hagámoslo" en un arrebato de valentía. Imagina que hasta que no caemos rendidos no cesamos en nuestro propósito...
Imagina que es por la mañana, que el sol entra por la ventana e ilumina tu melena alborotada en la que mis manos se enredan fundiéndose en un abrazo que ha durado toda la noche. Imagina que te despiertas y suavemente con esa voz que tienes tan agradable, capaz de amansar a las fieras más salvajes, me deseas los buenos días. Imagina que sonrío y unas lágrimas de felicidad inundan mis pupilas. Imagina que esto es real. Imagina... que estos pensamientos... no fuesen imaginaciones mías...

lunes, 9 de noviembre de 2009

Primer relato corto

Miercoles. Noviembre. Hoy amaneció un día oscuro, las nubes tapaban no sólo el sol sino que negaban cualquier oportunidad de atisbar el más mínimo píxel de azul en esa imagen del cielo que al abrir la ventana capturé como si de una cámara fotográfica se tratara. Aparte de eso la jornada ha transcurrido sin mucha novedad. Hoy en clase no fue uno de los días más productiivos pero bueno, con tal de poderla ver a ella me conformaría con cualquier cosa. Hoy he observado cómo atendía al profesor. Realmente rezuma belleza por cada uno de los poros de su cuerpo. Esa manera que tienen sus ojos de iluminarse cuando algo le interesa realmente que casi parece que dos estrellas se quedaran súbitamente atrapadas en ellos al pasa cerca de esos dos poderosos agujeros negros que tiene como pupilas sumidas en medio de dos galaxias de color castaño. La miro y la veo delicada, perfecta, como esas gotas de agua que se estrellan como kamikaces contra el cristal de mi ventana o que se precipitan desde la persiana al alfeízar como suicidas desesperados por hallar algo mejor... Tiene unos labios preciosos, son finos y suaves como una fresa recién mordida en una calurosa tarde estival. Su pelo, oscuro como menas de carbones extraídos de lo mas profundo de las montañas se deja caer a ambos lados de su frente como los goteos de un tag recien hecho, dejando ver una frente pálida, despejada de toda impureza, que, sin razón aparente, besarías siempre que pudieras. Sólamente hay algo en ella que no me gusta. Y es curioso porque los defectos nunca vienen solos... Salvo este caso. Lo único que realmente odio en ella es su completa inaccesibilidad. A fin de cuentas, ¿cómo demonios una chica como ella iba a fijarse en un mindundi como yo? Nunca supe destacar. Supongo que será por eso por lo que acabó por liarse con él... La verdad es que me he mirado muchas veces al espejo y me he preguntado ¿qué demonios tiene él que no tenga yo? Maldita sea... Por qué sera todo tan complicado...

Viernes. Noviembre. Han dicho en el tiempo que mañana va a hacer sol. Un sol radiante, cegador incluso. Como cuando llevas toda una tarde viendo películas en un estado de completa resaca, casi ebriedad aún y alguien decide, estúpidamente encender la maldita luz. Ayer no pasó nada interesante, la verdad es que lo de siempre. Salí a dar una vuelta en bici. Me caí un par de veces, pero la realidad es que no ha sido nada grave. Además alejarme de todas las preocupaciones habituales y sentir en la cara el aire fresco, el fragor de la lluvia y el barro salpicando mi tez es una sensacion de salud y libertad que no la consigo igualar por ningún otro método humanamente accesible. Hoy hemos quedado todos los de clase para irnos de botellón el sábado. Lo he estado pensando mucho y he decidido decirle algo de una vez por todas. La verdad no sé pretenden prohibir los botellones... al precio que están las copas por ahí es lo mejor para el bolsillo la verdad. Y lo que es más, te lo pasas mucho mejor y conoces mejor ala gente. Pero habrá que ver que tal se presenta el fin de semana antes de decidir nada por completo... Sólo espero que lo que me dijeron hoy sea verdad y que ella, en efecto, no tenga con él nada serio.

Domingo. Noviembre. Ayer la cagué del todo. Si está visto que me persigue la mala suerte. Todo pasó tan de repente... Estábamos allí todos ya habíamos comprado la bebida incluso y empezamos a beber a bromear y eso... Entonces me dí cuenta de que asíi no la iba a decir nada seguro. Con lo cual decidí beber más. Para deshinibirme hasta el punto que mi cordura se perdiera lo suficiente como para hablar con ella de manera sincera y sin miedo pero no tanto como para quedarme completamente envenenado a base de empinar el codo con el dichoso vodka. Por supuesto, y como es de esperar, gracias al cabrón de murphy, todo salió mal. Me pasé bebiendo ¡cómo no! Hay tres horas en las que no recuerdo nada de nada pero cuando recupero la conciencia me doy cuenta de que estoy tumbado en la hierba con la cabeza mojada, despeinado y apoyado en sus piernas. Ella está con las rodillas hincadas en tierra, sujetándome la cabeza y acariciandome la frente. En ese momento lo único que supe articular fue, para variar, una exclamación de frustración y asco. Mis colegas dijeron que me cagué en la santísima puta que me había parido. Pero ella lejos de enojarse o asustarse se echo a reír. Cuando la pregunté por qué lo hizo la respuesta me dejó, si cabe la posibilidad, todavía mas páido y embobado de lo que ya estaba. "Jaime me dijo por qué te ha pasado esto. Estás bobo... Mira que no venir directamente a hablarme..." "Tenía miedo" respondí temeroso de mi mismo y de su posible reacción. "No tienes por qué tenerlo." Y acto seguido se inclinó, puso una mano sobre mi cara y me besó. Yo la cogí su mano y mientras me ayudaba a incorporarme apareció él. "¿Por qué os liasteis el sabado pasado?" Su respuesta me dejo boquiabierto. "No lo sé, la verdad. Supongo que estaba un poco borracha y supo como tocarme la vena sensible pero ya sabía de qué pie cogeaba. mira como le está tirando los tejos a Leti. En efecto, el muy baboso ya estaba intentado llevarse al huerto a la ex de Jairo. "Anda llama y dí que e quedas a dormir en mi casa que estoy sola." Cuando llegamos a su casa, fuimos al salón nos tiramos en el sofa y nos fundimos, nos fundimos como se funden dos gotas de rocio por la mañana al helarse. Nos fundimos como el hielo en un vaso de bourbon. Desperte en su piso, cogí la ropa me vestí y la llevé, aún dormida a su habitación. La tendi en la cama y la contemplé un instante antes de taparla con su bata. Estaba todavía mas hermosa. El pelo alborotado llegaba hasta el pecho, justo por encima de sus senos perfectos como en mi vida los ví. O así me lo parecia a mí. La suave curva que describia su cintura y cadera tenía un cierto aire mezcla de inseguridad y por otra parte una confianza que incitaba al vicio. Contemplé más ensimismado aún el piercing que llevaba en el ombligo desde los 17... La quedaba genial. La arropé y la dejé una nota diciendo que me llamase esa tarde si le apetecía.
[...]
Lunes. Octubre. Hoy ace sol. Un sol como auqel día que nos conocimos. Y aquí estamos los dos. Como dos tontos mirando el mar desde los acantilados tumbados en una toalla alejados de cualquier ruido que no sea el cantar de las gaviotas. Mañana hace un año desde aquella vez que me sujetaba la cabeza para vomitar según me dijo. y es realmente, el mejor año de toda mi vida. Ir con ella a las clases, pasear por el campus, todo es diferente. Disfruto con cada momento que paso con ella. Incluso cuando nos miramos sin decir nada durante largo tiempo. Al fin y al cabo, si algo nos sobra es eso, ¿no? Cuando estoy con ella toda sensación de malestar desaparece. Es como si súbitamente empezase a volar. Me siento ligero, feliz, sin ningún tipo de rencor hacia nada ni nadie. Ella es como una droga a la que soy, particularmente, adicto. Cuando ella no esta... Me siento como cuando buceas tanto que llegas a marearte, como con la peor de las resacas, como si me faltase algo en el pecho. La verdad hoy por hoy miro al pasado y me doy cuenta de que nada es imposible, como pensaba en un principio. Me doy cuenta de que todo se puede, con confianza y perseverancia, y de que, aunque mi mayor error fue beber para coger confianza en mí mismo, fue tambien mi mayor bendición porque, de lo contrario, nunca le habria dicho todo lo que la quería decir aunque no lo recuerde...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Noche loca, prisa poca.

Abir los ojos. Mirar el reloj. 5 horas de sueño no reparan mucho, la verdad. pero, de todas formas, ayudan bastante que, al fin y al cabo, es lo que se pretende ¿no? Nada mas haces esto todo da comienzo. sientes dolor muscular en los brazos yl cuello la espalda las piernas... No hay una sola parte en tu cuerpo que no te duela. Sales de la cama te vistes abres la ventana de par en par porque tu habitación apesta a alcohol. Vas al baño te miras al espejo y ves un complleto desconocido. Tiene las facciones cansadas, Muy mal aspecto despeinado, pálido, y con los ojos muy dilatados y enrojecidos. Te lavas el pelo, que buena falta te hacia y bebes. Bebes como nunca en tu vida bebiste antes. Y empiezas a hacer memoria. Tienes esa sensación interna que te dice que aunque te envenenaste a más no poder te lo pasaste como nunca. Aunque tienes ciertas heridas fruto del estado deplorable en el que te viste sumido. Contemplas tus zapatillas... Y muy despacio las tomas en tus manos y las lavas con sumo cuidado. Esta´n llenas de mierda. Aproximadamente como tu hígado. Lo que en un principio habia sido blanco puro y limpio ahora esta lleno de mierda, roto y, desgraciadamente, asqueroso. Pero no es eso lo que más te preocupa. Es el hecho de preguntarte si le aguaste la fiesta a mas de uno. Aunque, por una vez, parece que esto no ha sido asi. Haces de nuevo recuento, y compruebas que, afortunadamente no perdiste nada. Cabizbajo y con pocos ánimos, te diriges dubitativo al ordenador. Y posteriormente te vas al baño a darte una ducha para intentar despertar y, si la suerte te acompaña, espantar la horrible resaca que hace que te duela hasta la salud, que hace que sientas los brazos más pesados de lo normal. Como si hubieas intentado alcanzar la luna durante horar y horas en un vago intento de autorrealización. Pero todo esto llega a su clímax cuando decides encender la televisión, lo cual, en tu persona, es un hecho puntual que claramente indica que no estás en pleno uso de tu razón y conciencia y, finalmente, decides caerte muerto encima del sofá hasta la hora de cenar, cerrando los ojos, y esperando fervientemente que te duermas pronto otra vez para pasar el resto del malestar que sientes incluso en los pulmones y que te da una sensación de haber tragado todo lo que sale de una chimenea de una central térmica por diversión y por vicio.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sueños

06:30am. Y otro día comienza su habitual curso. Escuchar un poco la música que la minicadena entonca a modo de despertador. Desperezarse, apargarla, y, acto seguido, coger la ropa y dirigirse al baño. Tomar una ducha y, a posteriori, penetrar en la cocina para ese acto tan habitual y a la vez tan poco dotado de importancia por la mayoria: el desayuno. Aquí es cuando tomo comienza. Es cuando todo me recuerda a ti. Y es curioso pensar como este hecho, a pesar de su completa simplicidad aparente, provoca un conjunto de pensamientos y reacciones que evocan todas en un mismo punto. Confluyendo de una manera majestuosa, casi mística en tu persona. El dulce sabor de la fruta fresca, recuerda el dulce olor de tu pelo bien cuidado, castaño de reflejos dorados. Como la miel de mi tostada. Incluso esas canciones que suenan en la radio, en esa popular emisora de hace veintitantos años... Una vez lleno el estomago, para poder así, pensar un poquito más con la cabeza, ponerse la sudadera de turno y, tras coger las cosas, enchufarme al iPod, como si de una especie de robocop se tratase para a partir de ahora funcionar de una manera casi autómata. Salir a la calle, llegar a la parada y esperar los 5 minutos rutinarios el autobús. Llega, y asciendo a el tan sumamente distraído que a punto estoy más de una vez de dejar un diente o dos en el suelo clavados como dagas hasta el fondo de un animal malherido. Una vez en él, perdida toda capacidad de visión, ver pasar la ciudad como en una película hasta llegar a ese punto que, nuevamente te extrae del trance en el que te ves sumido para devolverte a la cruda realidad. Bajas y nuevamente te toca esperar otro autocar. Tasas. Escoges asiento dejas las cosas cruzas los brazos, subes el volumen al máximo y te dispones a continuar el ritual que tenias antes de empezar a funcionar y a pensar en ella. Te dispones, nuevamente, a soñar con su sonrisa.

Soledad

Es curioso, pensar que hace unos meses me compadecía de aquellos que decían estar enamorados... ¡Quién me iba a decir a aquellas alturas que yo mismo sería, más tarde o más temprano, uno de ellos! Y es justo hoy en día, cuando me doy cuenta de que, en absoluto, tiene nada de malo. Solamente hay un caso excepcional: cuando no se es correspondido. Ahora bien, éste puede ser de diversas clases. Puede suceder que mantenga algún tipo de relación con otra persona. Es entonces cuando no hay nada que hacer al respecto. O bien, como, afortunadamente, es mi caso, que la susodicha persona no vea o, más bien, no quiera ver la realidad de la situación; o, por otra parte, haya decidido arbitrariamente no actuar al respecto. En estos casos, cada día que transcurre es, en efecto, una nueva oportunidad para que cambie de idea, que cambie de opinion, de parecer, que comience a ver la que podría ser la nueva realidad; y, de esta forma, mejorar no únicamente tu vida, sino también la suya propia y la de varias personas a vuestro alrededor. Sin embargo, a medida que se suceden los días, te das cuenta de, aún sin llegar a perder el mínimo atisbo de esperanza, que tu destino quizá sea el estar, como ya cantó en su día "The Police", so lonely por siempre jamás...

Duelo

Bien, aquí estamos un día más. Partiendo desde cero. ¿La razón? Es sencilla. Dos no pelean si uno no quiere. Y si uno de ellos no quiere batirse es, como es lógico, porque ha salido mal parado de anteriores combates; con algún que otro órgano interno roto... algún órgano vital. Tan vital como el corazón. Así al segundo no le queda otra cosa que hacer, más que presentarle sus respetos a su "oponente" y continuar con su vida. Paso a paso, lentamente caminando por las sendas del horizonte, con la misma relación anterior a este "duelo" tan particular. Así se seguiran ambos entrenando en este negocio tan mafioso que es el vivir. Y, aunque sean tan similares y a la vez tan diferentes, tan cercanos y a la vez tan distantes, tan inteligentes y, sin embargo, tan estúpidos en otras ocasiones, uno de ellos vivirá aún con la esperanza de disfrutar de ese combata a tantos asaltos como días queden por vivir; en el que la fatiga sea lo menos importante y lo único que realmente importe sea la autosuperación y a base de sinceridad, confianza y afecto; encajar el mínimo número de golpes posibles de tu "adversario" para, finalmente, acabar lo más intacto posible en un empate técnico; sin que ninguno sea noqueado ni tire la toalla. Así, tansolo quiero que sepas que, aunque tengamos más combates de calentamiento previos, batirme contigo cielo, sería algo verdaderamente fascinante.

Lady in red

El infierno. Ese lugar tan mal puesto por ese estúpido libro de, aproximadamente, mil y pico páginas o , en su defecto de un número exponencialmente elevado según el tamaño de la edición e inversamente proporcional al de su letra, al que nadie nadie hace caso, ,ni tan siquiera sus propios pregoneros.Este libro nos habla de este varipinto lugar como un sitio en el que el sufrimiento y la tortura reinan por excelencia. Así nos espera una eternidad de miseria dolor y penas en él. Eso justo es lo que me pasa cuando no estoy contigo. Me duele vivir si no estás aquí.
Por otro lado, nos habla tambien del calor un fuego abrasador e imperecedero que nos quema continuamente sin dejarnos consumir para, de esta manera, poder evadirnos del sufrimiento de una vez por todas. Este fuego es fruto de nuestras entregas a los vicios al placer y, casualmente, esto también me pasa contigo: Si no te tengo un fuego interno me calcina desde las más profundas vísceras y destruye todas mis entrañas sin dejarme morir para evitar sufrir más; Y, cuando estoy contigo, Un nuevo fuego me abrasa la piel, los labios el vientre y me pide que me entregue al pecado y al vicio contigo.
Tan sólo espero que, como dice ese libro tan impopular últimamente, la tortura de tus besos, tu olor, tu figura, tus ardientes ojos castaños de negras pupilas como cenizas después de haber quemado ya muchas noches, tus finos y perfectos labios, suaves como pétalos de rosa o flores de algodón, tu preciosa cara que no sé exactamente si sería la de un ángel que ha venido a rescatarte para elevarme a tu séptimo cielo o la de un demonio que quiere atraparte por siempre en tí, sea ETERNA y, por una maldita vez en su historia, acierte de pleno.

Felicidad

La persona a la que usted llama se encuentra apagada o fuera de cobertura en este momento. Se halla alejado de todo. De todo ruido, de toda falacia, de toda vanidad y esupidez. De todas las gilipolleces del ser humano. Del bullicio y el ajetreo de la ciudad. De los bienes materiales. Está viviendo de sus propias manos, cocinando su comida y viviendo su vida. Está mejor que nunca. Sólo una cosa falta pero eso ya llegará. Buscarlo sería una idiotez viendo lo visto. Así que por una vez en la vida puede decir que no está nada mal. Siempre podría estar mejor ¿no? Pero también podría ser peor, asi que la cosa va BIEN. Disfrutar simplemente viendo como gotea esa dichosa gotera que salió encima del banco justo al lado de la chimenea... Plantearse taparla y, por supuesto, dejarlo para otra vez que ya se acontecerá... Disfrutar viviendo como casi nadie en la ciudad querría vivir. No importa tu aspecto no importa nada. Todos saben de que pie cojea allí cada uno y se aceptan igualmente. No hay broncas con nadie, no hay malos rollos. Solo pasarlo bien y una semi-perfecta desconexion de lo mundano. Está bien eso de decir que por una vez eres CASI COMPLETAMENTE FELIZ.

Dudar

Y una vez más comienza ese interminabe diálogo, digno de una de tantas obras de tragedias y enredos amorosos que la historia ha dado cabida, que mantienen tus dos hemisferios en una constante discusión acalorada en el interior de tu estúpida cabecita. ¿Por qué todo es tan complicado? En estos momentos hasta una integral no inmediata te resulta más sencilla de ver, de apreciar, de buscarle una solución, un remedio. Ojalá en la vida todo fuera tan fácil. Pero no lo es. Sobre todo cuando se juntan las gotitas de agua, las lagrimas que componen tus derrotas, tus fracasos y lo que en un principio era un miserable río perfectamente practicable ahora se ha convertido en un inmenso abismo repleto de aguas negras y profundas que tanto miedo y respeto te impone, dejándote acojonado, acurrucado en una esquina sentado en el suelo, de brazos cruzados y lamentándote continuamente por todo lo que ha pasado.

Esa no es la solución. Sí. Pasó. Y punto. No puedes volver atrás a arreglarlo. Errare humanum est. Y para mas inri, es de idiotas lamentarse por algo que no sabes cómo podría haber pasado. El peor arrepentimiento es por las cosas que no se han hecho. Así que... ¿por qué no te dedicas a arreglar lo que aún estas a tiempo y así evitas que todo se valla a pique? Si este barco ha de hundirse, que sea con el capitán en la proa observando la amplitud del océano mientras la desgracia tiene lugar.

¿Y qué diablos es lo que atormenta tu miserable cabezota? No hay una respuesta simple. Pero más o menos tienes encarrilado el asunto. Y, nuevamente vuelven a ser esos ojos. Esa sonrisa que es capaz de hacerte ver el lado positivo de las cosas aunque todo se halla vuelto pesimista, que sería capaz de brillar con luz propia iluminando nebulosas y estrellas, que sería capaz de convertir en el más niño e insensato al más adulto y cuerdo.
Parece que esos ojos han decidido iluminarte dotándote de una gran dicha y de una energía que te revitaliza más incluso que la droga más potente. Sin embargo, no te quieres ilusionar pero... todo te parecen indirectas. Y, como es así, consultas a tus psicólogos habituales. Les pides consejo: INDIRECTA, INDIRECTA, CROCHE DE DIESTRA. Y tú, bendito ignorante no sabes qué demonios hacer. Ella te dijo de sobra que no. Que no iba a ser de momento... Pero en estos momentos todo te parece tan improbable... Su perfil de esa red social... su tablón... su apoyo, ayuda y confianza... No importa la hora, no importa el momento, y, mucho menos el lugar. Ella siempre está ahi. ¿Será verdad que le gustaría intentarlo contigo? Tan sólo ella lo sabe. Mientras tanto, has decidido quedarte en la esquina acurrucado con los brazos sobre las rodillas, con la esperanza de que su sol aparezca para evaporar el abismo acuoso que enfrente de tu persona se burla de tu falta de confianza, de tu flaqueza y de tu credulidad.