miércoles, 27 de julio de 2011

¿AMOR? NO. Tan sólo es química.


Ya estoy harto de oír gilipolleces. Así que vamos a aclarar unos cuantos puntos. Primero, ¿qué es el amor? NADA. Una mera mierda pinchadita en un palito. Nada más que eso. Por qué. Son putas hormonas que segregas ante un estímulo y éstas te causan adicción. Vamos, lo que viene siendo “fumarte” a una persona. La gente no se enamora. Eso es lo que piensa la mayoría. Pero la realidad no es esa. El amor como sentimiento en sí, pues no existe. La realidad es que eres un puto jonkie de una persona. De un alma. De alguien que te llena. Sí, parece que ahora yo mismo hablo de amor. Pero no, es que es jodidamente cierto. Te llena. De hormonas. Pero te llena. Y tu cuerpecico cuando se liberan esas hormonas pues reacciona ante ellas. Te colocas, básicamente. O bueno, te colocan. Pero es eso. Ella o él. Estímulo. Sueltas hormonas. Tu cuerpo reacciona en base a eso. Si se hace de forma continuada, se crea la adicción. Si a posteriori tu estímulo te falta, pues viene la consecuencia lógica, el síndrome de abstinencia. Esto es lo más básico. Pero es la forma de funcionar que tiene esa puta mierda que llamáis enamoraros. No os enamoráis. Os volvéis dependientes de unas hormonas, de un estímulo, de una persona. Cuando te rompen el corazón no es así de verdad. Es simplemente que estás con el mono. Y se sufre. Claro que se sufre. Pregúntale a un enganchado al jaco qué tal le va sin su dosis diaria. Pero se puede superar. Hay clínicas de desintoxicación ¿no? Pues ya está toma ejemplo. Superar algo así es fácil. Sólo depende de tu voluntad. De las ganas que tengas de salir adelante. Y del grado de dependencia que tengas. Pero como todas las drogas… a veces no está mal volver a meterte un pico de noche en un portal. Y colocarte unas cuantas horas. Para dejar de vivir un poco en este mundo. Para volar por encima de toda esta mierda. Para olvidarte de que eres un puto adicto. Aunque sabes perfectamente los riesgos que corres… ¿verdad?

martes, 19 de julio de 2011

Consume.

Consume.

Calor. Mucho calor. Demasiado. Tanto que mi piedra no necesita ni mechero para deshacerla. Tanto que la resina de la felicidad se me pega a la palma de la mano junto con el tabaco. De lo malo el papel rula como nunca, al estar tan seco no se queda pegajoso. Total que aquí me hallo. Tirado en el sofá. En gayumbos, escuchando música a todo volumen rollo retro en plan Iron Butterfly para alucinar como nunca. Con el porro en la boca, y una buena cerveza al lado para refrescarme el gaznate de vez en cuando. Pero no. No se da la cosa. Estoy sólo en casa. Escuchando Rise Against. Mas aburrido que en una carrera de percebes. Oyendo wake me up inside, tell me there’s a reason to take another step. Pero nada. Que no la veo oye. No hay una puta forma de dar otro paso. Estás planchado en tu puta silla sin nada mejor que hacer que consumir. Consumir luz. Consumir electricidad. Consumir música. Consumir drogas. Consumir. Consumir información. Consumir binario. Consumir. Consumo. Consume. Parece que todo se reduce a esto ¿no? Salir y tomar algo. Consumir. Salir de fiesta a emborracharte. Consumir. Comprarte ropa nueva. Consumir. Ir de rebajas con alguien. Consumir. Ir a la playa y tomar un helado. Consumir. Y nadie hace nada por cambiarlo. Todos estamos mejor así. Me doy asco a mí mismo. Creo que me voy a tirar a dormir un rato en el prado. Así sólo consumiré el agua del riego y el sueldo del jardinero público.