domingo, 27 de diciembre de 2009

El espíritu de la Navidad.

Hipócritas. Mentirosos. Os preguntaréis ¿a quién diablos estoy mintiendo? Pes para empezar a vosotros mismos. Y para contnuar al resto de la gente. Deseando una feliz navidad... Una fiesta religiosa... Vosotros paganos que hace años ya que no pisáis una iglesia os atrevéis a felicitr las navidades... ¿Sabéis acaso de dónde proviene? Natividades. Nacimiento del Señor Jesucristo el Salvador... No tenéis vergüenza. Y no sólo es esto. Felicitáis a gente con la que no habéis hablado en vuestra maldita vida. Y, como por arte de magia, os convertís en personas buenas, amables, cariñosas y alegres. Pero... ¡Ay cuando se termina esta época! Es entonces cuando demostrais vuestra verdadera faceta. Viles, crueles, despiadados y ante todo aburguesados. Esta según "vuestra TRADICIÓN" es una época de solidaridad. Y, ¿acaso os habéis detenido tan sólo un segundo a pensar en la inmensa cantidad de pobres e indigentes que fallecen en estas mismas fechas? No sólo en países que no creen en estas festividades, motivo por el cual no me extrañaría en absoluto que no os importara u os importase, sino también en paises en los que SÍ que creen. En efecto, gente que probablemente sea mas fervientemente creyente que vosotros, pecadores y falsos creyentes. Gente que sin tener apenas para comer a diario hacen un esfuerzo para derrochar en estas fiestas en bienes materiales que ha inventado el Corte Inglés y extendido a todo el mundo. La festividad del consumismo. Ese es el auténtico espírtu actual de la navidad. Comenzando por el ejemplo de que la multinacional Coca-Cola compró a ese gordo, que vayase usted a saber lo que da de comer a sus bestias para que puedan llevar volando por los aires un trineo cargado con juguetes para todos los niños de este mundo, cambiando los colores de su uniforme original de trabajo esclavizando y sometiéndole a la voluntad de la mayor enfermedad de la humanidad: el capitalismo.
Y vosotros, ofendidos lectores, me diréis no el verdadero espíritu de la navidad es el amor, la solidaridad, la felicidad... Y yo orgulloso respondo: ¿Y qué sucede si quiero vivir así todo el año? Pensadlo bien y detenidamente. ¿POR QUE DEBEMOS SER UNOS PERFECTOS CIUDADANOS DURANTE 2 SEMANAS AL AÑO Y EL RESTO UNOS PERFECTOS HIJOS DE PUTA? ¿ACASO ESO NOS HACE MEJORES PERSONAS? ¿ACASO ESO NOS QUITA UN CARGO MORAL Y ÉTICO DE CONCIENCIA? LA RESPUESTA ES NO. Respecto al tema de los regalos creo haber aclarado que los únicos beneficiarios reales de esta fiesta tán sumamente hipócrita son los dueños aburguesados de cadenas de grandes supermercados que ven sus ganancias disparadas viendo como la gente deja los ahorros del año en algo FRÍVOLO Y SUPERFLUO COMPLETAMENTE PRESCINDIBLE para y por continuar una tradición estúpida que no debería ser durante 2 semanas al año, sino que deberíamos ser buenos durante todo el tiempo que pudiéramos serlo. Y no solamente cuando nos interesa.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Every breath you take...

Invierno. Restaurante elegante, en una calle céntrica, transitada continuamente por manadas de gente enfundada en abrigos bufandas y gorros bajo tantas capas que podría afirmarse que parecen cebollas. Afuera la nieve cae tras los cristales empañados por la calefacción que mantiene una temperatura tan sumamente agradable dentro del local. Chupiteles de hielo cuelgan de las repisas, frágiles, mortecinos, como el último hilo de vida de un enfermo de cáncer terminal... Y allí estan ellos dos. Sentados solos frente a una mesa de perfecta iluminacion amarillenta que casi le da un toque primaveral al clima. Hablando. Ella juguetea inocentemente con el adorno que está clavado en su postre. Él la mira embelesado y cuando terminan la cena la toma de la mano la acaricia y comienzan a hablar... Hablan de nada, y al mismo tiempo, hablan de todo. Se miran largo rato en silencio. Como si tuviesen telepatía y su conversación fuerse ininteligible para el resto de los mortales. Se miran y acto seguido se echan a reir... Se besan. Veo cómo él en un rápido pero a la vez decidido gesto se torna hacia el camarero y le pide la cuenta, volviendo aún más rápido si cabe la posibilidad a reencontrarse con sus ojos cristalinos de un color azul zafiro. [...]
Ya han pagado... y tras atender una llamada al teléfono móvil, él se ofrece amablemente a acompañarla a su casa. Se levanta y la ayuda aponerse su abrigo, coje su chaqueta y deja una pequeña propina en el restaurante. Les observo detenidamente mientras la nieve comienza a depositarse sobre los cabellos de ella... sobre los de él. Admiro su gesto de caballerosidad cuando toma y abre su paraguas para evitar que mas copos se alojen en su larga melena rubia dejando manchas blancas que a canas se asemejan... Les miro, veo como se besan fugazmente y empiezan a caminar... Y algo en mi interior recorre todo mi ser. Y es entonces cuando me veo a mí... sentado en el rincón más oscuro de este local. Degustando cena para uno con una botella de vino de la casa... Es entonces cuando veo que estoy solo. Que yo no tengo a nadie con quien compartir momentos como ésos... con quien disfrutar de las mas pequeñas cosas, con quien disfrutar con cada una de sus sonrisas y perderme en el agujero negro de sus pupilas. Alquien que me haga setir que mi cuerpo se funde lentamente con la materia que lo circunda y poco a poco mi mente solo se entra en una cosa... Ella. Alguien que me haga vivir. Alquien que me haga sentir vivo. Alguien como tú...