lunes, 8 de marzo de 2010

Mescalina

¿Alguna vez te has sentido inútil? ¿Alguna vez has tenido esa maldita sensación de malestar general en que nada te importa y sientes que sólo estás aquí por una casualidad? Que nadie te preguntó nunca si querías venir aquí, si querías decidir, si querías someterte. Entonces es cuando empiezas a preguntarte los por qué de determinados temas que jamás lo hubieras hecho. Como, por ejemplo, por qué debo estudiar, por qué debo trabajar, por qué debo pagar impuestos o por qué puñetas hoy parece ir todo en mi contra. Así llegamos al punto en que la frustración llega a su nivel máximo, que es casualmente cuando me faltas tú. Y es precisamente en ese mísero instante cuando pienso en ti. En lo bien que me haces sentir, en que cada instante que paso contigo lo atesoro como la mayor de las fortunas mundanas habidas y por haber. En que cada segundo contigo es un paso más cerca del nirvana y que cada vez que estoy contigo desearía que el tiempo no muriera y que durase eternamente. Sólo el hecho de mirar tus pupilas perdiéndome en una infinidad de conexiones eléctricas que llegan como impulsos a tu cerebro e intentar imaginar lo que estás pensando merece la pena. Y es ahora cuando llego a la conclusión. No es que el mundo valla en mi contra, ni es que necesitara que se me consultase sobre si quería nacer o no. Porque solo el hecho de imaginarme que alguien tan especial como tú pudiera acariciarme mimarme o llamarme idiota me habría hecho responder que sin lugar a dudas. Por tanto puedo concluir que la razón de mi sufrimiento y pesar es tu ausencia. Me duele vivir si no estás aquí. Y más me duele cuando una fuerza mayor te arranca de mis brazos con un último beso, un adiós y un te quiero. Pero es algo inevitable, y algo con lo que tendré que aprender a convivir, ya que un solo segundo contigo produce más felicidad que horas y horas de entretenimiento lucrativo. Eres un tipo nuevo de droga que recientemente he descubierto. Eres como mi mescalina particular. Y siento que cada día que va pasando mi adicción va creciendo y volviéndose más inevitable. Sin embargo el mono es un pequeño sacrificio comparado con el bienestar que me evocas con tu mera presencia. Ich Lieβe dich

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