
"El Cerebro no es un Vaso, que puedes LLenar. Si no una Luz, que debes Encender."
lunes, 31 de mayo de 2010
tela...

¿Qué es la música?

Una vez me preguntaron qué clase de música me gusta… No podría responder a eso con exactitud. Algunos se decantan por el pop, otros el rock, el trash, el rap más o menos purista, reggae punk… Pero es curioso cómo buscas y ningún estilo llega a definirte totalemente. La cuestión es que escuchas casi de todo, compartes un poco con cada persona de tu vida. Con los que pasas tiempo habitualmente, con los que echas horas y horas haciendo nada y a la vez haciéndolo todo. Un poco de rap conel pez, un poco de rock clásico el guetta, un poco de discotequera con las chicas, reggae con el elemento, punk con la nipona, grupos chorras de izquierdas con el cipote al cabrales, clasicos con el erdas…
LA MÚSICA NO ES UN MEDIO. NI UN FIN. ES UN MODO DE QUE LOS DEMÁS FORMEN PARTE DE TI AUNQUE NO ESTÉN PRESENTES.

Ahora quién es el cruel?
Quien es el bastardo?
El cerdo?
El hijo de puta?
Hombres, Mujeres, Niños, Ancianos, Bebés AGONIZAN Por Vuestra PUTA CULPA
JUDÍOS DE MIS COJONES
Ojalá os lleven a la horca a todos...
Ordenes de dar media vuelta para que VOSOTROS REPARTAIS LA CARGA ENTRE LOS GAZÍES?
YA
Creeis que somos tontos o que?
Para tirarla al mar... mejor correr el Riesgo
pero no... teníais que matar...
Desgraciados...
Si en el fondo hitler, disney... todos se lo olían ya...
jueves, 13 de mayo de 2010
What life is?
Hoy, queridos lectores míos he pensado un símil mientras esperaba el autobús que, como tantos días me llevaría a clase sobre la vida y la realidad, y he decidido hacer este texto. Al que le guste, bien. Al que no, como diría Ajax, "Que le den por el culo."
Comencemos.
La vida en sí es como un gran cartón de cigarrillos. Llenos de cajetillas, y éstas, a su vez, repletas de cogarrillos. Tú mismo eres un cigarillo. Y la cajetilla que ocupas es tu grupo de personas más allegadas. Tu familia, tus amigos, tu chica...
Cuando naces, tu cigarrillo se enciende. Y comienzas a consumirte lentamente hasta el filtro. Entonces te apagas... sin más. Cuando te llevas una alegria el cigarrillo cambia de posición. Quiero decir con esto que sitúa el filtro hacia abajo, te consumes mas lentamente. Pero te sigues consumiendo, claro está. Cuando tienes un dia normal, tu cigarrillo esta plano. Te consumes a un ritmo moderado. sin mucho afán. Pero... ¿qué sucede cuando alguien te cala, cuando alguien se te lleva a los labios y decide darte una calada? Es cuando algo te hace daño. Cuando alguien te falla. Cuando alguien te traiciona. Cuando alguien de algún modo te hace daño en ese sitio entre el pecho, la espalda, la boca del estómago y el cuello. Aquello que Bécquer llamaría el corazón. Gilipolleces. Al fin y al cabo sólo son hormonas liberadas, y por tanto una concentración alterada del equilibrio presente en tu cuerpo. ¿No? A lo que iba. Con cada calada que ese alguien le da a tu cigarrilo, pierdes un poquito de tu ser. De tu personalidad. De tu savoir-faire. De tu buen humor. Y lo asumes. Son cenizas, nunca las vas a recuperar. Se las lleva el viento tras una sacudida de muñeca, un golpe contra un cenicero, una esquina, una pared, o un toque con un dedo. Así transcurre tu vida. Poco a poco te acercas al filtro. El problema está cuando llegas a esas letras que suele poner el fabricante a una distancia prudencial del filtro, para que dejes el cigarro y lo arrojes de una santa vez. Lo más lógico sería parar aquí. Supongo ¿no? Pero tú eres más osado. Decides vivir al borde del filtro. Decides apurar tu cigarrillo hasta el final, y pasas la barrera de las marcas. Winston, por ejemplo. Y apuras el cigarro penetrando en esa zona de color marron que precede al algodón. Ahí también hay tabaco. Sí... También hay tabaco. Pero... ¿cuánto te durará hasta que, finalmente, inhales algodón quemado, te dé la tos, y arrojes la colilla con rabia por una alcantarilla encharcada una tarde fría y lluviosa?
Dedicado, muy sinceramente, a todos aquellos que saben lo que es fumar. Ellos lo entenderán mejor.
domingo, 9 de mayo de 2010
Heisenberg
Principios de incertidumbre en los que no sabes qué diablos hacer. Tú sigues en tu línea, sigues respetando, pero no sabes cuánto más podrás durar así… Sí, conocidos te dicen que hay esperanza, pero, ¿la hay de veras? No sabes la respuesta. Es conceptualmente imposible no dejarse influenciar por la opinión externa. Pero a joderse, amigo. Tú sigues preguntándote cómo diablos transcurre la cosa. Qué será lo que atraviesa su delicada cabecita. Porque lo que viene siendo la tuya… va a explotar de un instante a otro. Manchando todo de materia blanca, gris, sangre y dolor, que es un color feísimo y que nada favorece a la decoración de tu círculo de amistades. Puedes esperar más… ¿mas cuánto? Careces de respuesta. Te gustaría en el fondo que te dijera algo… pero sigues en la inopia. ¿Cuándo lo sabrás? Nadie sabe. Ni siquiera Heisenberg estaba tan perdido cuando enunció su principio de incertidumbre. Quizás cuando lo sepas sea tarde… quizás sea el momento justo… quizás sea pronto… lo cual no es muy probable. Aunque, por otro lado, sería lo ideal. Incertidumbre, dudas, inquietudes. Sentir cómo todos estos meses están bailando al filo de una navaja que se acaba de abrir formando una floritura ensayada que te ha dejado boquiabierto. Mientras los ves danzar sobre el filo, en un acto de estupidez para unos, de sensatez para otros y para tí un acto quasi-reflejo, decides tirarte al filo de cabeza. A sacarlos de ahí. Y entonces sólo queda una incógnita. ¿Estará afilada la cuchilla? Pronto se descubrirá. O, al menos, esa es tu esperanza.
lunes, 3 de mayo de 2010
Time...
¿No?