domingo, 9 de mayo de 2010

Heisenberg

http://www.youtube.com/v/dBldNr1B0wY
Principios de incertidumbre en los que no sabes qué diablos hacer. Tú sigues en tu línea, sigues respetando, pero no sabes cuánto más podrás durar así… Sí, conocidos te dicen que hay esperanza, pero, ¿la hay de veras? No sabes la respuesta. Es conceptualmente imposible no dejarse influenciar por la opinión externa. Pero a joderse, amigo. Tú sigues preguntándote cómo diablos transcurre la cosa. Qué será lo que atraviesa su delicada cabecita. Porque lo que viene siendo la tuya… va a explotar de un instante a otro. Manchando todo de materia blanca, gris, sangre y dolor, que es un color feísimo y que nada favorece a la decoración de tu círculo de amistades. Puedes esperar más… ¿mas cuánto? Careces de respuesta. Te gustaría en el fondo que te dijera algo… pero sigues en la inopia. ¿Cuándo lo sabrás? Nadie sabe. Ni siquiera Heisenberg estaba tan perdido cuando enunció su principio de incertidumbre. Quizás cuando lo sepas sea tarde… quizás sea el momento justo… quizás sea pronto… lo cual no es muy probable. Aunque, por otro lado, sería lo ideal. Incertidumbre, dudas, inquietudes. Sentir cómo todos estos meses están bailando al filo de una navaja que se acaba de abrir formando una floritura ensayada que te ha dejado boquiabierto. Mientras los ves danzar sobre el filo, en un acto de estupidez para unos, de sensatez para otros y para tí un acto quasi-reflejo, decides tirarte al filo de cabeza. A sacarlos de ahí. Y entonces sólo queda una incógnita. ¿Estará afilada la cuchilla? Pronto se descubrirá. O, al menos, esa es tu esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario