sábado, 17 de abril de 2010

How...

¿Cómo imaginar que esto iba a terminar así? ¿Cómo pensarlo? ¿Cómo concebirlo? ¿Cómo idearlo? ¿Cómo tan siquiera hacerse a la idea? Cómo sentar la cabeza… en aquellos tiempos me parecía tan difícil… Nunca duré ni nunca me había planteado hacerlo, y lo reconozco. Siempre fui un bala perdida. Saltando de un lado para otro, libando de flor en flor como un abejorro en un intento de primavera constante, buscando el amor en un fugaz beso que me diesen unos labios que sepan al dulzor del whiskey y, de vez en cuando, un cierto amargor a tabaco en una noche no muy estrellada y apenas sin luna que ilumine unas sonrisas furtivas en un callejón. Pensaba llevar una vida ideal, sin ataduras ni compromisos, ni celos que me molestasen, ni celos que pudiera padecer a mi tremendo pesar y a costa de terceras personas. Una vida contemplativa total y absolutamente. Sin dar ningún tipo de explicación a nadie. Sin rencores, sin esfuerzos ni sacrificios… Sin sentir lo que es realmente querer y ser querido. Y sin embargo… tú has cambiado todo eso... Por primera vez estoy realmente cómodo con mi vida. Con cómo me siento. Con tu manera de vivir los momentos. Con la confianza que me demuestras y la que depositas en mi. Con tu manera de aguantar mis sobradas y de pegarme una colleja de vez en cuando si me excedo. Con tu manera de convivir con la madre de todos mis defectos: mi ego. Con tu manera de darme un toque para que me calle la boca y no la cague. Con tu manera de hacerme sentir vivo. Con esas tardes que nos vemos y con esas noches en las que el tiempo pasa fugazmente a pesar de que lo intentemos capturar para hacer que el momento perdure. Con cómo me tratas y soportas mis estupideces, porque a perro flaco todo son pulgas y más aún si está empapado., y yo estaba goteando cuando llegaste tú. Por primera vez siento por las mañanas que hay alguien a quien le importo de veras y que se preocupa por mi bienestar. Por primera vez tengo una razón para sonreír al despertar y al acostarme. Por primera vez puedo decir completa, absoluta y verídicamente que TE QUIERO. Que me duele vivir cuando no te tengo cerca y que cuando lo estás me cuesta respirar un poquito más con cada centímetro que te acercas para culminar en una apnea completa y un trance espiritual cuando me besas con esa delicadeza y esa forma de mirarme a los ojos mientras tus manos acarician mi nuca. Gracias por hacerme sentir tan bien, aunque creo que eso ya te lo he dicho alguna vez, ¿no?. Te quiero. Non posso vivire senza di te.

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