lunes, 5 de abril de 2010

Jueves

Aquí estoy un día más. Sin nada mejor que hacer que jugar a la videoconsola de las narices que tanto me ha cansado ya, dar un paseo por esos caminos que tanto me conozco ya o sentarnos a hablar. Aquí estoy un día más echándote de menos. Aquí estoy un día más deseando llegar de una vez a casa. Aquí estoy observando esa goma que te robe y aún huele fugazmente a tu pelo. Realmente es una ayuda tenerla pues así siento que te tengo un poquito más cerca. Hablar contigo ayer aunque fuesen 5 minutos me resultó de tremenda ayuda. Ya lo echaba de menos. Ardo en deseos de volver, de hablar contigo, de volverte a ver sonreír mientras te abrazo. De volverte a hacer feliz, de seguir dando todo lo que pueda para seguir equilibrando tu balanza. Porque después de 2 días de depresión ya toca empezar a ser feliz. Pues es injusto que yo me deprima ya que así solo te deprimiría a ti injustamente. Porque estoy deseando hacerme un sitio entre tu piel. Porque recuerdo nuestra conversación del viernes pasado a través de mi iPod. Porque fue un detalle, porque me caló de veras. Porque quiero agradecerte cómo eres conmigo. Porque quiero verte sonreír constantemente. Porque no puedo verte mal, porque encogería la noche al tamaño de tu cama y porque quiero regalarte la luna. Como te prometí. Y aunque aquí podría capturarla ya en su presión cristalina de por vida no es lo mismo. Porque me faltas tú y solo lo hare cuando se presente esa especial y tan maquiavélicamente pactada situación. Porque cuando vuelva lo primero que haré será hablar contigo largo y tendido como hacemos de costumbre. Porque estoy harto de fallar y de no ser lo que se espera de mí al 100% porque tú me has demostrado serlo al 200% Y PORQUE YO NO HE LLEGADO NI AL 75%. Porque quiero que estés completamente orgullosa de mí. Y porque estoy harto de toda esta mierda. Porque te necesito. Porque no imagino mi vida sin ti. Porque si te vas volveré a ser el mismo gilipollas que era. Porque volvería a encerrarme en la vida misma y no creo que pudiera rebotar y volver a levantar cabeza. Porque tuve miedo de poner mi alma a tus pies pero aun así lo conseguiste. Eres la única con la que de verdad me siento cómodo. Que me hace sentir completamente bien, completamente feliz. Eres el primer dardo que acierta en el centro de la diana de la suerte de mi vida. Desechando todos 1,3,5 y 7. Porque quiero estar junto a ti. Quiero ser un motivo para hacerte sonreír todos los días. Quiero quererte. Y, si tú me dejas, quiero que me quieras aunque sea la mitad de todo lo que yo te quiero. Por favor, no me dejes ir, pues se iría mi mejor parte. Te quiero. 72 horas más… y volveré para hacerte la persona más feliz del mundo de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario